Última Hora. Monte-Sión modificará su itinerario de vuelta para pasar por la Alfalfa en vez de por la Encarnación

Arte Sacro. La Junta de Gobierno de la Hermandad de Monte-Sión, acordó en cabildo de oficiales celebrado en el día de ayer, 14 de febrero, modificar el itinerario de regreso para pasar por la Alfalfa con el siguiente recorrido:

Capilla, Feria, Doctor Letamendi, Alameda de Hércules, Trajano, Plaza del Duque, Campana, Sierpes, Plaza de San Francisco, Avenida de la Constitución, Catedral, Plaza Virgen de los Reyes, Placentines, Alemanes, Conteros, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero, Plaza del Salvador, Villegas, Cuesta del Rosario, Cristo de las Tres Caídas, Plaza de la Alfalfa, Odreros, Boteros, Sales y Ferrer, Plaza Cristo de Burgos, Plaza de San Pedro, Santa Ángela de la Cruz, San Juan de la Palma, Feria, Capilla.

El Consejo de Hermandades y Cofradías no ha puesto impedimento alguno ante esta decisión.

Los intinerarios. Análisis de la Junta de Gobierno

Para evitar la Encarnación se estudiaron dos recorridos alternativos:

El primero discurriría por el itinerario actual, pero al finalizar la calle Cuna, seguiríamos por Orfila, buscando la calle Cervantes para entrar a Feria por Alberto Lista y Conde de Torrejón.

El segundo, torcería a la derecha por la Cuesta del Rosario en vez de atravesar la Plaza del Salvador, buscando la calle Cristo de las Tres Caídas y, tras hacer las revirás de Odreros con Boteros y con Sales y Ferrer, salir a la Plaza de San Pedro desde donde se enlazaría con el itinerario actual entrando por Santa Ángela.

Había dos variantes sobre esta última alternativa: una que al dejar San Pedro seguiría por Doña María Coronel y Gerona, y otra que lo haría por Doña María Coronel, Bustos Tavera, Castellar, Churruca y Almirante Espinosa para entrar de frente en la Plaza de Monte-Sión.

Cada itinerario estudiado presentaba sus ventajas e inconvenientes, pero ambos, estaban llenos de un ambiente cofrade y sevillano.

Uno, más intimista, tenía como puntos fuertes su paso por Los Panaderos, San Andrés y San Martín, pero privaba del Convento de las Hermanitas de la Cruz, cuyas hermanas son las Camareras de la Virgen del Rosario, y del Monasterio del Espíritu Santo, las queridas monjitas, que abrieron sus puertas de par en par cuando la corporación tuvo que mudarse por las obras en la Capilla.

El otro, con una sucesión de puntos fuertes de sabor mucho más cofradiero: la Cuesta del Rosario, San Isidoro, pasar entre naranjos por Cristo de las Tres Caídas con la calle en penumbra, las revirás de Sales y Ferrer, San Pedro, el monumento a Santa Ángela, la estrechez del Colegio San Francisco de Paula, el Convento de las Hermanas de la Cruz, el Monasterio del Espíritu Santo y San Juan de la Palma. Pocos cofrades se podrían resistir a la tentación de recorrer tan bellos escenarios.

El seleccionado ha sido este último. Con esta decisión la corporación del Jueves Santo evitará así un tramo muy desangelado de su recorrido.

Algunos argumentos de esta decisión por parte de la hermandad

El público viste de manera especial el Jueves Santo: mantilla las mujeres y traje los hombres. Esta indumentaria, típicamente sevillana y apropiada para presenciar el Jueves Santo es muy incómoda para ver la Madrugá, por lo que es costumbre habitual regresar a casa al anochecer el Jueves Santo para comer, descansar y cambiarse con una ropa más cómoda e informal, para posteriormente volver para ver las entradas y la Madrugá.

Este periodo de cambio es el que deja el regreso desangelado. El adelanto del horario de salida de la Madrugá ha perjudicado sobremanera al Jueves Santo. La dispersión de recorridos de regreso de las hermandades del Jueves Santo también contribuye a dispersar al público asistente. Por ello, siguiendo la estela de la hermandad de la Exaltación, contribuimos a concentrar el público asistente sobre una misma zona, además de recorrer zonas de mayor belleza. Entre el paso de ambas cofradías existe el colchón temporal del paso de una hermandad, lo que permite jugar con ese margen. La Hermandad de la Exaltación mostró su total colaboración desde el principio, prueba fehaciente de las excelentes relaciones que existen entre las dos hermandades.

Los costaleros, trabajan ilusionados y con dedicación profesional en sus ensayos, conscientes de que sobre ellos recae una doble gran responsabilidad: el sobreesfuerzo de llevar a los titulares por tan hermosos lugares de Sevilla, dándolo todo, y el de llegar a la Capilla con sobradas fuerzas y con la frescura necesaria para conseguir otro gran objetivo: recuperar la tradicional entrada de Monte-Sión por la que es reconocida por la corporación del Jueves Santo. Sobreesfuerzo y responsabilidad para el cuerpo de costaleros, es cierto. Pero ellos saben que son los mejores. Saben que gozan de la total confianza y apoyo de su hermandad. Y saben que sobre sus hombros llevan lo más preciado de la Hermandad de Monte-Sión.

Fotos: Arte Sacro